Princeton University Press, 2007-190 páginas. Ensayo.
La moda, el arte y la música son el motor de Nueva York. Y no solo porque la clase creativa constituye un atractivo fundamental para los altos ejecutivos de las finanzas y los servicios que deben decidir si mudarse o no a esa ciudad, sino porque en sí mismas las industrias de la creación artística, de la moda, del cine, del teatro, de la fotografía, del graffiti.....generan cientos de miles de puestos de trabajo y muchos millones de dólares en facturación, y son por lo tanto una fuerza económica en sí misma. Este interesante libro de una alumna de Richard Florida analiza en detalle cómo funcionan estas industrias y porque Nueva York es la capital mundial de todas ellas. Cómo la ciudad, con sus aceras, barrios, galerías, restaurantes, salas de concierto y discotecas, ofrece a la clase creativa el network de personas y lugares para sostenerse, progresar, intercambiar. Como ocurrió con Andy Warhol y la Factory, o con Pollock y el expresionismo abstracto, verdaderos productos de la ciudad. Currid nos dice que el arte y la cultura están estrictamente relacionados con el crecimiento económico y que funcionan en un contesto social, que mejor funcionan cuanto más densa es la concentración y más diferentes los talentos representados, y que los políticos deberían ayudar a estas industrias a través de la concesión de espacios de ensayo, ayuda para la vivienda ( los artistas ya no pueden pagar los alquileres de Manhattan y ciertos barrios de Brooklyn) y tolerancia hacia la vida nocturna, que además de diversión significa intercambios profesionales y mucho negocio. Eye opener.
Monday, March 31, 2008
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