Alfred A. Knopf, 2006 - 139 páginas. Ensayo.
Estas reflexiones sobre el envejecer y el ser mujer, que parecen una colección de artículos (y no lo son), no crean dificultades ni retan a nada. Nora es así, fácil y ligera, irónica sin pasarse, sonrisas aqui y allá y casi nunca fuertes carcajadas, y en este caso hasta melancólica. Pero siempre hay verdad en lo que escribe, y esta honradez agrada. Y mientas leemos, soñamos con ser nosotros esa escritora judía que vive en Nueva York, en el Upper East Side, que pasa el tiempo cocinando, que ha conocido a JFK y se ha divorciado dos veces. Una especie de Woody Allen al femenino (los dos son amigos, tanto que Allen siempre se las ingenia para meter a Nora en alguna de sus películas, haciendo de intelectual newyorkina enferma de verborrea y esnobismo). Y durante una hora nosotros también estamos ahí, sentados en un escritorio que da a Central Park, buscando la siguiente frase. Sólo para incondicionales y para quiénes adoraron Heartburn.
Friday, September 15, 2006
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